La paciencia del Barcelona con Ousmane Dembélé está disminuyendo cada vez más. Sin poder justificar aún los 100 millones de euros pagados por su contratación en la pasada temporada, el francés ha molestado a los aficionados y directivos por sus actuaciones dentro del campo y su postura displicente fuera de él.
La insatisfacción quedó clara en el partido contra el Inter de Milán el pasado miércoles. Dembélé se quedó en el banco de reservas y ni siquiera fue llamado para el calentamiento. La radio "Deportes Cuatro" afirmó que la decisión del técnico Ernesto Valverde tuvo relación con el retraso de 25 minutos del francés para llegar al estadio. El entrenador había decidido que todos los jugadores debían estar en el estadio a las 19h (hora local).
Dembélé habría sido el único en no cumplir la recomendación. El caso no fue una novedad en el paso de Dembélé por el Barcelona. El jugador presenta problemas con el horario y la alimentación. El club español ofreció una cocinera y un conductor para solucionar la cuestión, pero el atacante rechazó ambos. Otro momento de irritación general se produjo durante el partido contra el Sevilla, el último fin de semana.
Lionel Messi fracturó el brazo y dejó la partida. Dembelé tardó demasiado tiempo para prepararse y el Barcelona se quedó 10 minutos jugando con uno a menos hasta que el francés, al fin, entró en el partido. Durante el juego, llegó a ser golpeado por la hinchada tras una serie de pases equivocados. A pesar de los problemas e insatisfacciones, el Barcelona todavía ve a Dembélé como un jugador innegociable, de acuerdo con el "Mundo Deportivo".
El delantero de 21 años ha tenido un buen comienzo de temporada, siendo titular en nueve partidos seguidos, pero aún tiene mucho que probar en el equipo español. Este fin de semana para el partido Barcelona Vs Real Madrid no parece probable que Dembelé pueda jugar, el técnico del Barcelona, Ernesto Valverde está confiando más en el brasileño Arthur Melo.
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