Dentro de los millones de casinos que existen en el mundo hay grupos muy marcados que defienden su juego favorito y sus reglas con el objetivo de que en aquel sitio se le dé un espacio privilegiado; en todos existe la famosa comunidad de poker, cuyos miembros suelen ser bastante fanáticos y no soportan quedar en segundo plano de nadie.
Si alguien se adhiere al sitio en busca de un poco de diversión ya están ahí los miembros de esa comunidad intentando convencerlo de que debería gastar su dinero en juegos que realmente valen la pena...para ellos, claro está, él único que la merece es el póker y hasta que no logran que los clientes se sumen a su comunidad no lo dejan en paz.
Y, aunque generalmente deben lidiar muchísimo con aquellos que odian este juego de cartas, más aún que prefieren tomar un par de dados, también consiguen sus objetivos...quizás les ganen por cansancio.
Hay muchas maneras de divertirse. Cuando éramos niños casi todos teníamos muñecas, o árboles, o los autitos, después comenzaron a interesarnos, probablemente, al menos en mi caso los deportes y más tarde preferimos elegir algo que nos hiciera sentir más vivos, donde pudiéramos intercambiar dinero y pensar sólo en la manera en la que podamos obtener mayores ganancias.
Son muchísimas las personas que le dedican tiempo y espacio a estos juegos, que estudian los secretos y saben contra quién pueden arriesgarse a jugar y contra quienes no, en fín, que se las saben todas; están además tan apasionados por el juego que necesitan vivir para él.
Si alguien se adhiere al sitio en busca de un poco de diversión ya están ahí los miembros de esa comunidad intentando convencerlo de que debería gastar su dinero en juegos que realmente valen la pena...para ellos, claro está, él único que la merece es el póker y hasta que no logran que los clientes se sumen a su comunidad no lo dejan en paz.
Y, aunque generalmente deben lidiar muchísimo con aquellos que odian este juego de cartas, más aún que prefieren tomar un par de dados, también consiguen sus objetivos...quizás les ganen por cansancio.
Hay muchas maneras de divertirse. Cuando éramos niños casi todos teníamos muñecas, o árboles, o los autitos, después comenzaron a interesarnos, probablemente, al menos en mi caso los deportes y más tarde preferimos elegir algo que nos hiciera sentir más vivos, donde pudiéramos intercambiar dinero y pensar sólo en la manera en la que podamos obtener mayores ganancias.
Son muchísimas las personas que le dedican tiempo y espacio a estos juegos, que estudian los secretos y saben contra quién pueden arriesgarse a jugar y contra quienes no, en fín, que se las saben todas; están además tan apasionados por el juego que necesitan vivir para él.
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