El 4 de Julio de 1998, el Stade Vélodrome de Marsella acogía una de las semifinales de la Copa del Mundo de Fútbol que ese año se disputaba en Francia. En las gradas del estadio marsellés 55.000 espectadores fueron testigos del enorme talento del holandés Dennis Berkamp.
Corría el minuto 89 de un partido emocionante e intenso que se encontraba igualado gracias a un reciente gol de Claudio "El Piojo" López, que había contrarestado un tempranero gol de Patrick Kluivert para los "oranje". Frank de Boer recupera una pelota en la línea de zagueros y tras avanzar unos metros levanta la cabeza y ve el desmarque de Bergkamp intentando ganar la espalda de la defensa albiceleste.
El zaguero mete un preciso balón en largo que el mediapunta holandés amortigua con el "guante" que tenía por pierna derecha, se deshace del marcador en centésimas de segundo con un quiebro milimétrico y chuta con el exterior de su pierna derecha batiendo, irremediameblente, al portero argentino Carlos Roa. Un golazo!
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